De niño, uno sueña con jugar la Champions League. Una competición mágica y en la que han participado muchos de los mejores jugadores de la historia. Poder disputarla ya es un privilegio, pero tener la oportunidad de ganarla es algo increíble.
Recientemente nos hemos proclamado campeones tras derrotar al Liverpool en una final que fue realmente igualada. Nos pusieron en muchas dificultades, pero somos el Real Madrid y tenemos que estar preparados para superar cualquier adversidad. Y así fue, conseguimos la 14ª Champions para el Real Madrid después de hacer una competición brillante y eliminar a grandes equipos.
Me siento realmente privilegiado por seguir haciendo historia en este club. Nunca imaginé que pudiera lograr todo esto. Nada hubiera sido posible sin el apoyo de mi familia y sin el cariño que recibo de todos ustedes cada día. Por todo ello estoy realmente agradecido.
Un nuevo título de blanco y siento que quiero mucho más. Seguir mejorando, ayudando al equipo, pero sobre todo, seguir celebrando victorias y trofeos con nuestra afición. Eso es lo realmente bonito: compartirlo con ustedes.
La celebración en París fue tremenda. Una liberación de toda esa energía y emoción acumulada por la final. Sabíamos que nos jugábamos mucho y salir campeones nos liberó. Sin embargo, lo vivido en Madrid ha superado todo eso. Recorrer las calles de la ciudad, visitar Cibeles y celebrar en el Bernabéu es uno de los momentos más bonitos de mi carrera y siempre va a estar en mi recuerdo. Disfrútenlo madridistas, porque esto es suyo.
¡Hala Madrid!
